martes, mayo 18, 2010

El Ruido Eterno

"...tengo la impresión de que la música, a pesar de todo el rigor lógico-moral con que parece mostrarse, pertenece a un mundo de espíritus por cuya absoluta fiabilidad en cuestiones de razón y dignidad no querría poner yo precisamente mi mano en el fuego. Que, pese a ello, me sienta apegado a ella con todo mi corazón constituye una de esas contradicciones que, ya sean motivo de pesar o de alegría, resultan indisociables de la naturaleza humana".

Doktor Faustus, Thomas Mann

miércoles, mayo 12, 2010

Villa Natacha

Abrazarlos a todos. Tan simple como aquello, como el chiste de Lupita, la de las manos grandes. Abarcar en un solo gesto a cada de uno aquellos seres, sentir contra su pecho el tonelaje de sus cuerpos, con un deseo voraz de que le aplastaran. Así era Manuel ‘el nostálgico’. Cuentan que Manuel, a temprana edad, en el pueblo que le vio nacer, uno de esos ante los que las almas urbanas nos cuestionamos la posibilidad de otra vida mejor en otra parte cuando los vemos alejarse en la autopista, leyó un poema que un extranjero le regaló en un papelillo viejo, junto al pequeño horno de piedra que era el corazón de la panadería de su padre. 

El manuscrito albergaba extraños símbolos que parecían a Manolito las pistas secretas que guiaban a un gran tesoro. Absorbido por su arrojo impúber galopó a ver Don Mateo, el alcalde, el hombre más sabio de todos los nacidos en el mundo, en busca de la sapiencia necesaria para acometer la más importante de las pruebas que la vida le había puesto hasta la fecha, y que él sabía sólo podía encontrar en aquel señor mayor que siempre relataba a los demás habitantes del pueblo sus viajes y aventuras en trescientos países. Don Mateo reconoció fácilmente los caracteres helenos que le entregaba el niño e ilusionado por la labor humanista que suponía el reto, cedió gustoso a una repentina pasión pedagógica y se sintió rejuvenecer. 

Cuando Manolito, con sus doce primaveras en flor, leyó descifrado el mensaje que contenía aquel mapa de letras único, el niño, que era de naturaleza soñadora y más listo que el hambre, sintió que descubría la más preciosa de las piedras en la Vía Láctea. Corrió a casa, con su tesoro y una réplica de éste traducida con afilada caligrafía por Don Mateo sobre un papel blanco donde vivía un perro flaco. 

Manolito decidió que ya nunca abandonaría su pueblo...


Hombre, involuntariamente

malo –por poco es otra tu suerte-.

Si ante una flor, siquiera, supieras

comportarte

correctamente, lo tendrías todo. Pues a partir de pocas

cosas, a veces,

incluso de una sola –así el amor-

conocemos las restantes. En cambio la multitud mira:

En el borde de las cosas se queda

todo lo quiere y lo toma y no le queda nada.

martes, mayo 11, 2010

2

Me llamo Christopher Donovan, aunque mis allegados en este momento gustan de llamarme el Inglés. Mi nombre, empero, es indiferente. Si me llamara Cristóbal Domínguez en nada variaría la historia que me dispongo a contarles. Nací en Cádiz, vástago de una gaditana salerosa y un británico flemático amante de los mares. Digamos que históricamente no me siento liberado de condicionamientos, pero esa, pese a la redundancia, es otra historia. Como les decía soy inglés, o eso parecen identificar en mí quienes me conocen; personalmente tiendo a no considerarme de ningún sitio en concreto. Vivo en Lavapiés, un espacio interesante para detalle de quienes no lo hayan caminado. Llegué aquí por azares similares a los que un día me engendraron, cuya naturaleza está marcada por una inclinación errante de los espíritus que los padecen; nunca he considerado la razón por la que se mueven mis pies más que una inevitable inercia del estar vivo. El caso es que soy un tipo al que le gusta moverse. Llegué a Madrid hace poco más de un año, para dedicar tiempo a una tesis que, hoy por hoy, me resulta infinitamente menos enriquecedora que la agenda de compromisos sociales para un joven simpático que se halla en la difusa barrera de los treinta y que es carne nueva en estos lares. Creo que estamos en este planeta para pasarlo lo mejor posible, y este axioma, rige de manera central mi metafísica personal. Irán dándose cuenta que padezco de una cierta inclinación hacia mí mismo; aguantarme es una tarifa que habrán de pagar si consigo despertar su interés con lo que les cuento.


Convendrán conmigo que hay muchas maneras de divertirse. Por supuesto algunas de ellas son taras asociadas a la neurosis, pero me quiero referir a la diversión en su sentido más lúdico. Verán, yo como culo inquieto que les decía, he hecho muchas cosas de acuerdo a al principio regidor que me mueve, de clara inclinación dionisiaca, más no soy en absoluto un hombre sin criterio. Sé apreciar las cosas buenas en la vida: la buena compañía, la música, la comida, la bebida. Sin embargo, me aventuro a decir que los momentos más divertidos que están enclavados de un modo químico en mi memoria se asocian a una forma geométrica. Ésta no es ninguna novedad en una sociedad en la que tiene absoluta vigencia la geometría, pero sí es relevante de cara a empatizar algo más con los tipos que me dispongo a presentarles. Por si se lo preguntaban y para evitar absurdas suspicacias esa figura es el rectángulo; en concreto uno de noventa por cincuenta y dos pies aproximadamente.

lunes, mayo 10, 2010

Hallelujah



Now I've heard there was a secret chord
That David played, and it pleased the Lord
But you don't really care for music, do you?
It goes like this
The fourth, the fifth
The minor fall, the major lift
The baffled king composing Hallelujah
Hallelujah
Hallelujah
Hallelujah
Hallelujah

Your faith was strong but you needed proof
You saw her bathing on the roof
Her beauty and the moonlight overthrew you
She tied you
To a kitchen chair
She broke your throne, and she cut your hair
And from your lips she drew the Hallelujah

Baby I have been here before
I know this room, I've walked this floor
I used to live alone before I knew you.
I've seen your flag on the marble arch
Love is not a victory march
It's a cold and it's a broken Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah

There was a time you let me know
What's really going on below
But now you never show it to me, do you?
And remember when I moved in you
The holy dove was moving too
And every breath we drew was Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah

You say I took the name in vain
I don't even know the name
But if I did, well really, what's it to you?
There's a blaze of light
In every word
It doesn't matter which you heard
The holy or the broken Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah

I did my best, it wasn't much
I couldn't feel, so I tried to touch
I've told the truth, I didn't come to fool you
And even though
It all went wrong
I'll stand before the Lord of Song
With nothing on my tongue but Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah, Hallelujah
Hallelujah

miércoles, mayo 05, 2010

Offline

Un día más sin conexión.
Ella está de los nervios,
es una yonki.
Cada cual lo suyo, pienso.
Me he hecho cliente de tres
compañías de teléfono.
Me grita.
Odio este mundo.
Llego a casa.
Apagón analógico,
una pitonisa en el único
canal disponible.
Me voy a cagar y Bukowski
aclama el olor de mi mierda.
-¡Bravo! eso es cagar
el verbo-.
Leo unos poemas
locos,
sonrío,
los gozo.
Suena el teléfono.
Una compañía.
Me jodo.
No hay internet para mí.
Tal vez deba ponerme a escribir
hasta que ella vuelva.
Voy a tener que quitarle el enfado.