jueves, abril 29, 2010

Esta boca es mía

Boca maldita, te comportas como una zorra incontrolable, vil e infame depredadora de corazones…¿Por qué no la lira y no la sangre, órgano sublime y despreciable? Me das tanto como tanto eres capaz de quitarme, portadora del nombre y lo innombrable. Eres tú quien me alimenta, quien levanta los pensamientos, quien cimienta la vida en esta tierra, más hermana eres, maldita, del exabrupto y las diferencias, del insulto, la ignominia, la queja. Boca, tú nos gobiernas. Reímos y hablamos y escupimos y besamos y lamemos y chupamos y mordemos y besamos y amamos y odiamos
Por ti boca.
Sé soberana y bona. Olvídate de tus vehemencias y tus despotismos, de la crueldad malsana con que gustas de expresarte. Extiende a los hombres la faz del entendimiento y que nos amemos todos, los vivos y los muertos. Edúcanos, mi pastora, en el respeto a la vida, la risa y el aire. Engulle a tus jinetes negros, la guerra, la peste, la muerte, el hambre y alza tus cantos, tus versos, tus obras. Pero sobre todo, estúpida zorra, no me hagas discutir con mi novia precisamente el día que cumplo 28 años.

miércoles, abril 28, 2010

Gracias Fer

"He aquí las cosas que me harían feliz. No deseo otras. Quiero un cuarto propio donde poder trabajar. Un cuarto ni particularmente limpio ni ordenado... sino confortable, íntimo y familiar. Con una atmósfera llena de humo y el olor de viejos volúmenes y de incontables olores... Quiero trajes decentes que haya usado por algún tiempo y un par de zapatos viejos. Quiero una ducha en verano y un buen fuego con leños en invierno. Quiero un hogar donde poder ser yo mismo. Quiero algunos buenos amigos que sean tan familiares como la vida misma; amigos con los que no haya necesidad de ser cortés y que me cuenten todas sus dificultades, las matrimoniales y las demás; amigos capaces de citar a Aristóteles y de contar cuentos subidos de color; amigos que sean espiritualmente ricos y que puedan hablar de obscenidades y de filosofía con el mismo candor; amigos que tengan aficiones y opiniones definidas sobre las cosas, que tengan sus creencias y respeten las mías. Quiero una buena cocinera que sepa hacer sopas deliciosas y un viejo sirviente que piense que yo soy un gran hombre, pero no sepa en qué reside mi grandeza. Quiero una buena biblioteca, buenos cigarros y una mujer que me comprenda y me deje libertad para hacer mi trabajo. Quiero libertad para ser yo mismo."

La importancia de vivir, Lin Yutang

martes, abril 20, 2010

No te vayas

No te vayas juventud
como se marchan las canciones
que nos inspiran,
escapándose como estrellas
fugaces
que eyaculan su estela
sobre el firmamento.
Quédate siempre
a mi lado.
Preciosa juventud,
no cesas de sorprenderme;
siempre mostrándome tus
bragas blancas,
nevadas cimas de tus muslos.
Eres tan tierna
que no pienso más
que en morderte
tu culazo.
No soy celoso.
anda con quien quieras
niña mala,
no diré nada
pero por favor, quédate.
Me haces sentir tan bien.
Río desde que amanece,
saludo a todos,
el mundo es interesante
y me empalmo a cada rato.
Cásate conmigo nena.
Te lo comeré todas
las noches que le queden
a la tierra.
Lavaré siempre los platos,
masajearé tus pies…
aunque apesten.
Dime qué más puedo hacer.
Juventud.
Libido tesoro.

lunes, abril 19, 2010

Mi camino

Acepté este camino porque antes
pude comprobar otros por mí mismo.
Miré y vi un mundo plano, vasto,
ultrasensorial.
Se saturaron mis sentidos, 
traicioneros receptores de todo,
y mi oración tornose íntima, 
aislada, sola a solas
con El Solo.
Crucé las galaxias y las eras,
más allá de los límites
de mi conciencia,
abandonando la vanidad
de vanidades,
toda vanidad,
y sentí en mi cuerpo la luz
de las estrellas, el enigma
de la antimateria,
la inexplicable grandiosidad
de la vida,
insignificante, inútil, tan
ególatra.

Sin haber hallado la unidad
de la conciencia,
regresé al hombre
y usé sus letras y sus cantos.
Traté de ver en la luz
y no en los objetos coloreados.
Pensé las ideas,
las de otros,
y resultaron ser mejores que las mías.
Mucho más bellas.
Ellos me acogieron
como a un preclaro,
un héroe agitador
del hipotálamo.
Me respetaron
y algunos me llamaron
amigo.

Sin embargo seguí disperso
y, por algún motivo,
en soledades anidaba,
sobrevolando un día
tras otro
las mismas lejanías.
Decidí reandar mis pasos,
libar de nuevo la novedad
maravillosa inmanente en cada 
uno de ellos.
Desprendido de lo que pensaba
mis sentidos regresaron
de su destierro, 
purificados,
afinados como un Stradivarius.

Me noté preparado
y crucé los océanos
para ver a otros
bajo el signo de una luz ya vista.
Perdí la razón, y no sé como
volvió el encanto...
Se tocaron la noche y el día
y el fuego y el agua,
feneció la discordia
y los locos estuvieron cuerdos.
Volví a ser un niño
y me sentí elegido,
el mejor de los hombres,
el más bueno.
Por esto,
mañana como hoy
llegaré al Sol
y me deslizaré por el Arenal
y las Hileras del tiempo,
por sentir sobre mi rostro
el frescor de tu Flora,
tan frondosa, tan rizada.

Este es mi camino.