miércoles, diciembre 23, 2015

El Mundo es nuestra herencia

Considérate vivo y ponte en cura, 
lo restante no importa.
Basta cambiar de sitio la alegría
que nadie tiene.
Ahora
ponte a hacer el amor.
La primavera
está siempre esperando,
aunque nos toca
alguna hambre del mundo en el reparto,
y una extraña congoja
hace que nuestros huesos, de repente,
entierren el amor sobre la alfombra.
Considérate vivo; es suficiente,
basta vivir como quien da limosna,
basta ponerse en marcha y que la vida
cobre su transitoria
y pujante verdad:
todo esta siendo
cuanto ha podido ser:
las mariposas
no son estrellas: vuelan
un solo día de sol y se deshojan.
No elijas tu camino: no hay caminos,
la luz es luz como la sombra es sombra,
considérate vivo y ponte en cura,
lo restante no importa.
Hay quien entierra el mundo poco a poco
y en la playa, cansado, el mar se ahoga.
No esperes un milagro que te quite
del pecho esta congoja;
no hay nada ya que preguntar, no hay nada
que responder,
hay cosas.
¿Las ves? Míralas bien, pues las palabras
son lluvia sobre el mar.
Como una copa
de vino hay que beber
la vida gota a gota,
porque la angustia embriaga como el vino,
hasta poder decir:
llegó la hora,
no sabemos de qué,
no lo sabemos
ni lo hemos de saber, pero no importa
ha llegado y es todo: nos empuja;
es nuestra y nos conforta.
Considérate vivo y no preguntes
lo que tienes que hacer:
llegó la hora.

Luis Rosales