viernes, septiembre 19, 2008

Conversaciones I

Tengo la extraña sensación de que todas las demandas que me asaltan respecto a mi vida no son más que un cliché pautado, la más sofisticada forma de esclavismo. Tienes que estudiar, estudiar y estudiar, y volver a estudiar para estar preparado; una vez lo estés deberás volver a estudiar y especializarte y devolver a la Matriz todo lo bueno que ella te ha dado. No te tuerzas, y si lo haces ten esto presente, pues correrías el riesgo de ser un apestado. Eres libre de serlo, pero es objetivo que nadie desea ser un apestado.
Es ahí cuando sientes ser esclavo de ti mismo, de la verdad central heredada por los siglos de los siglos, de la moral y las expectativas que vertebran tu verdad y que te azotan como un látigo cuando osas explorar la oscuridad de tu corazón y que intuyes en todos los otros. Llegados a este punto, comienzas a ver y escuchar y te yergues para aprender a andar, siempre sólo, pues se camina en soledad aún cuando hay otros a tu lado o asidos de tu mano, y empiezas a entender qué es ser un hombre, no más o menos, mejor o peor, mediocre o brillante, un hombre nada más. Hombre de caña que piensa, ríe y ama, come, calla, durme, llora y caga y que, como cualquier otro, terminará. Perdiendo exactamente lo que todos y cada uno de los hombres pierden al terminar.

Yo hace un tiempo sentí ésto y ahora te lo digo a tí, amigo, que eres al menos tan consciente como yo de lo que ocurre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cosas del destino hacen que un dia alguien lea tus escritos. Conversaciones con uno mismo.Las tuyas revelan pedazos de juventud que construyen una vida ya empezada. Un camino largo y duro, que como bien dices hay que caminarlo solo. Pero así es la vida, más adelante todo sigue más o menos igual, sólo cambian las variables. Recoge de ese camino todo lo que puedas, lo bueno y lo malo. Todo nos hace ser lo que somos. Mejores o peores, pero personas al fin y al cabo. Por eso es inevitable filosofear sobre nuestra vida.
Por cierto, bonita forma de escribir.

Juan Mesquida dijo...

Ay tio...vaya etapita. A ver si pronto nos podremos reir de todo esto. Que sinsentido todo esto del vivir. Cuidate pri.

A.- dijo...

"No intentes y dobles la cuchara. Eso es imposible. En vez de ello,
sólo trata de darte cuenta de la Verdad: No hay cuchara...
Entonces tu verás que no es la cuchara la que se dobla, eres sólo tu mismo".