Dudo que en ningún bar...
¿Será la niebla? ¿Serán las hojas muertas? ¿Serán los difuntos? ¿Serán los atardeceres de noviembre?
domingo, abril 22, 2007
viernes, abril 20, 2007
Blasco Ibáñez
"Las vidas son como las casas cuando se contemplan por fuera. Sólo el que las habita conoce verdaderamente lo que ocurre en su interior"
martes, abril 17, 2007
Táctica y Estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.
Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.
Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
domingo, abril 15, 2007
Emil Sinclair
Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontaneamente de mí. ¿Por qué había de serme tan dificil?
viernes, abril 13, 2007
Sucede
A veces sucede que uno olvida todo lo que sabe, todo lo aprendido. Sucede que, inexplicablemente, bajamos la guardia para encajar un golpe que habíamos prometido no volver a recibir. Cuando creíamos, ilusos, tener una tangible aunque remota percepción de nosotros mismos, sucede que un cielo voluptuoso y macabro se cierne sobre los tenues fuegos fatuos de nuestra conciencia para viajarnos de nuevo a la originaria penumbra. Pero sucede que las sombras son seductoras. Su misticismo, tan sensual como peligroso y dañino, conduce a las revelaciones más verdaderas de uno mismo; como si sólo pudiéramos ya avanzar a través de escarpados senderos, de caminos sinuosos y oscuros tras los que aguardan las migajas de una verdad siempre insatisfecha.
Y sucede que es entonces cuando más seguros estamos de nuestra existencia. Como si el miedo y el desconcierto se erigieran en la esencia, en la fuerza motriz de la propia vida. A veces sucede. Y entonces, por mucho que la razón se obceque en arrebatarnos de los amenazantes brazos de las sombras con la relampagueante ilusión de aquello que creemos ser, sucede que nuestra carne desobedece sumergiéndose desnuda e indefensa en el más abisal de los mundos, aquel que quizá esconda el sentido último de nuestra historia.
Y sucede que es entonces cuando más seguros estamos de nuestra existencia. Como si el miedo y el desconcierto se erigieran en la esencia, en la fuerza motriz de la propia vida. A veces sucede. Y entonces, por mucho que la razón se obceque en arrebatarnos de los amenazantes brazos de las sombras con la relampagueante ilusión de aquello que creemos ser, sucede que nuestra carne desobedece sumergiéndose desnuda e indefensa en el más abisal de los mundos, aquel que quizá esconda el sentido último de nuestra historia.
lunes, abril 09, 2007
ver
Hueles a verano.
Olor que despierta
A la muerte de tu nombre.
Hueles a mis lágrimas.
Saladas como el mar
Ignoto que me engendras.
Eres lo prohibido.
Don envenenado.
Devoras hiriente
Afecto herido.
Infectas de hermosura
El flujo ardiente
De la sangre resabida.
Desprecias mi saliva.
Tu curtida inocencia
Es llave de un abismo.
Marasmo
En las entrañas.
Suicidio consentido.
Visión iridiscente
De un ciego
Que por ver
Anheló ser destruido.
Olor que despierta
A la muerte de tu nombre.
Hueles a mis lágrimas.
Saladas como el mar
Ignoto que me engendras.
Eres lo prohibido.
Don envenenado.
Devoras hiriente
Afecto herido.
Infectas de hermosura
El flujo ardiente
De la sangre resabida.
Desprecias mi saliva.
Tu curtida inocencia
Es llave de un abismo.
Marasmo
En las entrañas.
Suicidio consentido.
Visión iridiscente
De un ciego
Que por ver
Anheló ser destruido.
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